Los segundos Juegos Olímpicos modernos se celebraron en la capital galesa, recién entrado el nuevo siglo y trajo consigo novedades, a cada cual más curiosa, en el calendario de pruebas atléticas.
Si en Atenas, cuatro años atrás, hubo catorce pruebas diferentes (recordemos que no hubo participantes femeninas), en esta ocasión se amplió hasta un total de 23. Muchas de ellas desaparecieron al poco tiempo, pero algunas siguen celebrándose en los JJOO y en cualquier competición atlética.
En cuanto a las pruebas de velocidad, se añadieron 2 pruebas a las ya establecidas (100 y 400), las cuales fueron los 60 y los 200 metros. Recordemos que los 60 metros se corren casi siempre en pista cubierta desde hace mucho tiempo. En la edición anterior el estadounidense Tom Burke se hizo con el doblete 100-400, pero en París hubo 4 campeones diferentes. Todas las pruebas se celebraron entre el 14 y el 22 de julio.
En los 60m se hicieron 2 series preliminares, donde los 2 primeros de cada serie pasaban a la final. Fue el norteamericano Alvin Kraenzlein el que se hizo con la victoria con un tiempo (cronometrado manualmente) de 7,0s. Su compatriota Walter Tewksbury se quedó a 1 décima y consiguió la medalla de plata y el australiano Rowley fue tercero con 7,2s.
Continuando con las pruebas de velocidad, fue el también estadounidense Frank Jarvis el que se hizo con el oro en los 100m con un tiempo de 11,0s. En el podio le acompañaron la plata y el bronce de los 60m, Tewksbury y Rowley, en ese orden.
El americano Tewksbury, que se quedó a una décima de ganar los oros en las dos pruebas anteriores logró vencer, por fin, en los 200m, el día 22 de julio, con un tiempo de 22,2s. Rowley volvió a estar en el podio en la misma posición que en las dos pruebas anteriores y cerró su participación en los juegos con 3 bronces.
El dominio yankee continuó en las pruebas explosivas, donde Maxie Long se impuso en la prueba más larga de la velocidad, los 400 metros, logrando romper la barrera de los 50s, parando el crono en 49,4s. Solo 3 atletas corrieron esta final.
En el medio fondo fue Gran Bretaña la que dominó, pues las dos pruebas fueron ganadas por atletas ingleses. En primer lugar, Alfred Tysoe se impuso en los 800m con 2'01'', acompañado en el podio por los estadounidenses Cregan y Hall. Tysoe falleció al año siguiente como consecuencia de una pleuritis.
Los 1500 fueron ganados por Charles Bennett, (que fue plata en los 4000m obstáculos) que aventajó en 4 décimas al galo Deloge para batir la plusmarca mundial con 4:06.2 (aunque no se la dieron como oficial). Bennett cerró los últimos 500 de la carrera en 1,10''.
El maratón estuvo marcado por la temperaturas extremas que hicieron de un infierno la carrera para los participantes. Cruzaron la meta 7 de los 13 atletas que comenzaron la prueba y el primero que lo hizo fue el francés Michel Theáto, que con un tiempo de 2h59min45s se convirtió en el segundo campeón olímpico de la prueba. El sueco Ernst Fast, que llegó a meta en tercer lugar, cruzó la meta casi 40 minutos después que el ganador, tras liderar gran parte de la prueba.
Las pruebas de vallas vieron como se incluían dos pruebas nuevas, aparte de los 110 metros vallas. En esta ocasión, se introdujeron los 200 metros vallas y los 400 metros vallas. Fueron atletas que dominaron en las pruebas de velocidad (y mencionados más arriba) los que se hicieron con la victoria en las 3 pruebas. El campeón de los 60 metros lisos, Kraenzlein se marcó un doblete espectacular, llevándose la gloria en los 110 y los 200 metros y batiendo el récord del mundo en la primera prueba. Su compañero Tewksbury volvió a acompañarle en el podio, en tercera posición, sumando otra medalla a su casillero.
Pero Tewksbury no iba a detenerse ahí, y logró su segundo oro en los 400m vallas, con 57,6s y aumentando su colección de medallas a un total de 6 (dos oros, dos platas y dos bronces).
Siguiendo con las pruebas de obstáculos, se disputaron dos pruebas de más larga distancia, los 2500 metros y los 4000 metros. Estos obstáculos eran rocas grandes y rías, muy parecidas a las actuales, aunque obviamente la prueba no se disputaba en tartán, sino en barro.
El canadiense George Orton, que fue bronce en los 400m vallas, se hizo con la medalla dorada en los 2500 metros con un tiempo de 7:34, después de ir en la cola del grupo hasta la última de las vueltas al circuito.
El inglés John Rimmer lideró el triplete de su país en los 4000m obstáculos, junto a Bennett y Robinson. El trío de británicos dominó la prueba y los tres atletas llegaron separados por menos de 1 segundo de diferencia. El campeón de los 2500m, Orton, solo pudo ser quinto.
Otra prueba curiosa e interesante fueron los 5000m por equipos, donde se enfrentaron 5 atletas franceses contra un combinado de atletas ingleses. El sistema de puntuación fue similar al que hay hoy en día en los campeonatos de cross por equipos y selecciones, donde el equipo con menos puntos gana. Por supuesto, cuando un atleta queda en posiciones sobresalientes suma muy pocos puntos, por lo que contribuye mucho a la victoria de su equipo. Y esto fue lo que ocurrió, pues los anteriormente mencionados Bennett y Rimmer (del equipo inglés) lograron copar las dos primeras posiciones, y aunque los puestos 3º, 4º y 5º fueron para atletas franceses, el conjunto británico se hizo con la victoria, gracias a la labor de sus dos mejores atletas, incluso después de que uno de sus componentes (el polifacético Rowley) se retirase a mitad de preba.
Si en las carreras el dominio se lo repartieron claramente EEUU e Inglaterra, en las pruebas de saltos y lanzamientos los atletas americanos arrasaron completamente, y únicamente en el lanzamiento de disco, donde la victoria se la llevo el húngaro Bauer, no se alzaron con el oro.
El laureado Kraenzlein aún tuvo tiempo de engrandecer su palmarés, pues ganó la prueba de salto de longitud, en una polémica final donde el mayor aspirante, Prinstein (que por esos tiempos tenía el récord del mundo con 7,50m) no se presentó en la final tras haberlo acordado con Kraenzlein.
Prinstein pudo resarcirse y ganó la prueba de triple salto. En segundo lugar quedó el campeón olímpico de esta prueba en Atenas, James B. Connolly.
El americano Irving Baxter fue otro de los atletas más destacados de esta edición pues ganó cuatro medallas, siendo dos de ellas de oro: en salto de altura (donde ya si que se podía realizar una carrera de aproximación al listón), con una marca de 1,90 y en salto con pértiga con 3,30.
Se incluyeron tres pruebas curiosas, los saltos desde parado o standing jumps: standing long jump (salto a pies juntos de toda la vida), standing triple jump (igual que el anterior pero dando tres saltos) y standing high jump (salto de altura desde parado, tal y como se hizo en Atenas) y Baxter fue plata en las 3 nuevas modalidades, donde en todas se impuso Ray Ewry.
Llaman la atención las marcas de Ewry, que saltó 3,21 desde una posición inicial estática (una persona normal no suele saltar mas de dos metros y solo deportistas muy cualificados y entrenados logran superar la barrera de los 3 metros actualmente). En la modalidad de triple llegó hasta los 10,58m y en el salto de altura sobrepasó el 1,60.
En lanzamiento de peso se impuso Richard Sheldon con una marca de 14,10m y en el martillo John Flanagan, que se quedó a menos de 10cm de su propio récord del mundo.
Hasta aquí llega este resumen de lo que fue el calendario atlético en los segundos JJOO de la era Moderna. Los siguientes, cuatro años después, se celebraron en la ciudad de San Luis, en Estados Unidos, que no se libro de la controversia debido a la segregación racial propia de aquel país en esa época.
Si en Atenas, cuatro años atrás, hubo catorce pruebas diferentes (recordemos que no hubo participantes femeninas), en esta ocasión se amplió hasta un total de 23. Muchas de ellas desaparecieron al poco tiempo, pero algunas siguen celebrándose en los JJOO y en cualquier competición atlética.
En cuanto a las pruebas de velocidad, se añadieron 2 pruebas a las ya establecidas (100 y 400), las cuales fueron los 60 y los 200 metros. Recordemos que los 60 metros se corren casi siempre en pista cubierta desde hace mucho tiempo. En la edición anterior el estadounidense Tom Burke se hizo con el doblete 100-400, pero en París hubo 4 campeones diferentes. Todas las pruebas se celebraron entre el 14 y el 22 de julio.
En los 60m se hicieron 2 series preliminares, donde los 2 primeros de cada serie pasaban a la final. Fue el norteamericano Alvin Kraenzlein el que se hizo con la victoria con un tiempo (cronometrado manualmente) de 7,0s. Su compatriota Walter Tewksbury se quedó a 1 décima y consiguió la medalla de plata y el australiano Rowley fue tercero con 7,2s.
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| Alvin Kraenzlein |
Continuando con las pruebas de velocidad, fue el también estadounidense Frank Jarvis el que se hizo con el oro en los 100m con un tiempo de 11,0s. En el podio le acompañaron la plata y el bronce de los 60m, Tewksbury y Rowley, en ese orden.
El americano Tewksbury, que se quedó a una décima de ganar los oros en las dos pruebas anteriores logró vencer, por fin, en los 200m, el día 22 de julio, con un tiempo de 22,2s. Rowley volvió a estar en el podio en la misma posición que en las dos pruebas anteriores y cerró su participación en los juegos con 3 bronces.
El dominio yankee continuó en las pruebas explosivas, donde Maxie Long se impuso en la prueba más larga de la velocidad, los 400 metros, logrando romper la barrera de los 50s, parando el crono en 49,4s. Solo 3 atletas corrieron esta final.
En el medio fondo fue Gran Bretaña la que dominó, pues las dos pruebas fueron ganadas por atletas ingleses. En primer lugar, Alfred Tysoe se impuso en los 800m con 2'01'', acompañado en el podio por los estadounidenses Cregan y Hall. Tysoe falleció al año siguiente como consecuencia de una pleuritis.
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| Alfred Tysoe ganando la prueba de los 800 metros |
Los 1500 fueron ganados por Charles Bennett, (que fue plata en los 4000m obstáculos) que aventajó en 4 décimas al galo Deloge para batir la plusmarca mundial con 4:06.2 (aunque no se la dieron como oficial). Bennett cerró los últimos 500 de la carrera en 1,10''.
El maratón estuvo marcado por la temperaturas extremas que hicieron de un infierno la carrera para los participantes. Cruzaron la meta 7 de los 13 atletas que comenzaron la prueba y el primero que lo hizo fue el francés Michel Theáto, que con un tiempo de 2h59min45s se convirtió en el segundo campeón olímpico de la prueba. El sueco Ernst Fast, que llegó a meta en tercer lugar, cruzó la meta casi 40 minutos después que el ganador, tras liderar gran parte de la prueba.
Las pruebas de vallas vieron como se incluían dos pruebas nuevas, aparte de los 110 metros vallas. En esta ocasión, se introdujeron los 200 metros vallas y los 400 metros vallas. Fueron atletas que dominaron en las pruebas de velocidad (y mencionados más arriba) los que se hicieron con la victoria en las 3 pruebas. El campeón de los 60 metros lisos, Kraenzlein se marcó un doblete espectacular, llevándose la gloria en los 110 y los 200 metros y batiendo el récord del mundo en la primera prueba. Su compañero Tewksbury volvió a acompañarle en el podio, en tercera posición, sumando otra medalla a su casillero.
Pero Tewksbury no iba a detenerse ahí, y logró su segundo oro en los 400m vallas, con 57,6s y aumentando su colección de medallas a un total de 6 (dos oros, dos platas y dos bronces).
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| Walter Tewksbury |
Siguiendo con las pruebas de obstáculos, se disputaron dos pruebas de más larga distancia, los 2500 metros y los 4000 metros. Estos obstáculos eran rocas grandes y rías, muy parecidas a las actuales, aunque obviamente la prueba no se disputaba en tartán, sino en barro.
El canadiense George Orton, que fue bronce en los 400m vallas, se hizo con la medalla dorada en los 2500 metros con un tiempo de 7:34, después de ir en la cola del grupo hasta la última de las vueltas al circuito.
El inglés John Rimmer lideró el triplete de su país en los 4000m obstáculos, junto a Bennett y Robinson. El trío de británicos dominó la prueba y los tres atletas llegaron separados por menos de 1 segundo de diferencia. El campeón de los 2500m, Orton, solo pudo ser quinto.
Otra prueba curiosa e interesante fueron los 5000m por equipos, donde se enfrentaron 5 atletas franceses contra un combinado de atletas ingleses. El sistema de puntuación fue similar al que hay hoy en día en los campeonatos de cross por equipos y selecciones, donde el equipo con menos puntos gana. Por supuesto, cuando un atleta queda en posiciones sobresalientes suma muy pocos puntos, por lo que contribuye mucho a la victoria de su equipo. Y esto fue lo que ocurrió, pues los anteriormente mencionados Bennett y Rimmer (del equipo inglés) lograron copar las dos primeras posiciones, y aunque los puestos 3º, 4º y 5º fueron para atletas franceses, el conjunto británico se hizo con la victoria, gracias a la labor de sus dos mejores atletas, incluso después de que uno de sus componentes (el polifacético Rowley) se retirase a mitad de preba.
Si en las carreras el dominio se lo repartieron claramente EEUU e Inglaterra, en las pruebas de saltos y lanzamientos los atletas americanos arrasaron completamente, y únicamente en el lanzamiento de disco, donde la victoria se la llevo el húngaro Bauer, no se alzaron con el oro.
El laureado Kraenzlein aún tuvo tiempo de engrandecer su palmarés, pues ganó la prueba de salto de longitud, en una polémica final donde el mayor aspirante, Prinstein (que por esos tiempos tenía el récord del mundo con 7,50m) no se presentó en la final tras haberlo acordado con Kraenzlein.
Prinstein pudo resarcirse y ganó la prueba de triple salto. En segundo lugar quedó el campeón olímpico de esta prueba en Atenas, James B. Connolly.
El americano Irving Baxter fue otro de los atletas más destacados de esta edición pues ganó cuatro medallas, siendo dos de ellas de oro: en salto de altura (donde ya si que se podía realizar una carrera de aproximación al listón), con una marca de 1,90 y en salto con pértiga con 3,30.
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| Irving Baxter |
Se incluyeron tres pruebas curiosas, los saltos desde parado o standing jumps: standing long jump (salto a pies juntos de toda la vida), standing triple jump (igual que el anterior pero dando tres saltos) y standing high jump (salto de altura desde parado, tal y como se hizo en Atenas) y Baxter fue plata en las 3 nuevas modalidades, donde en todas se impuso Ray Ewry.
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| Ray Ewry |
Llaman la atención las marcas de Ewry, que saltó 3,21 desde una posición inicial estática (una persona normal no suele saltar mas de dos metros y solo deportistas muy cualificados y entrenados logran superar la barrera de los 3 metros actualmente). En la modalidad de triple llegó hasta los 10,58m y en el salto de altura sobrepasó el 1,60.
En lanzamiento de peso se impuso Richard Sheldon con una marca de 14,10m y en el martillo John Flanagan, que se quedó a menos de 10cm de su propio récord del mundo.
Hasta aquí llega este resumen de lo que fue el calendario atlético en los segundos JJOO de la era Moderna. Los siguientes, cuatro años después, se celebraron en la ciudad de San Luis, en Estados Unidos, que no se libro de la controversia debido a la segregación racial propia de aquel país en esa época.
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